Let’s move!
Arrate Iraolagoitia
Acabo de mudarme. Y no sólo de casa, también de ciudad. O sea, de repente me he encontrado en medio de mucho movimiento. Un movimiento tanto físico (traslado de cajas, muebles etc. de un lugar geográfico a otro) como interior.
Es decir, siento como si algo dentro de mí también se hubiese mudado; poniéndome en un nuevo lugar desde donde mirar(me), proporcionándome una nueva perspectiva desde donde reflexionar sobre mi vida y entorno. Pareciera, pues, que la mudanza me ha ayudado a salir del piloto automático, en el que nos es tan fácil caer por la rutina diaria, y ganar conciencia.
Una vez más, he comprobado que el ponernos en movimiento de vez en cuando (no tiene porqué ser una mudanza), nos ayuda a ganar en claridad mental, a salirnos de nuestro ‘bosque’ para mirarlo con algo más de distancia y obtener una foto más global.
Precisamente, leía hace poco sobre este tema en un artículo. En él comentaban que varios personajes históricos (Virginia Woolf, Coco Chanel, Beethoven etc.) eran caminantes compulsivos/as que desarrollaban sus ideas mientras caminaban. Como las famosas reuniones de pie que hacía Steve Jobs.
Me pareció también interesante el estudio científico del Journal of Experimental Psychology al que hacían referencia en el artículo: trabajaron con 176 estudiantes de la Universidad de Standford para evaluar el pensamiento creativo. Algunos/as estudiantes caminaron entre 5 y 16 minutos antes de la prueba; mientras que otros/as fueron trasladados/as por el mismo camino pero sentados/as en sillas de ruedas. Finalmente, quienes caminaron obtuvieron mejores resultados en las tareas. Se asoció el caminar con una mejora en el rendimiento del 60%.
Ahora bien, caminar no es la única forma de ejercicio que se asocia a una mejor función cognitiva a corto y largo plazo; hay muchas otras, como puede ser el bailar por ejemplo.
Así que Let’s move!
Cuando necesites inspiración, despejar tu mente, aclarar ideas, tomar alguna decisión y te sientas algo bloqueda/o; da un paseo, baila, estira, pon el cuerpo en movimiento un rato.
Entrenemos nuestra inteligencia corporal para ponerla al servicio de nuestro bienestar y efectividad (cuerpo-emoción-mente).
Los movimientos provocan cambios en el cerebro, mejorando las capacidades mentales y la predisposición al aprendizaje. Quienes nos dedicamos a acompañar a otras personas y equipos, deberíamos tenerlo en cuenta a la hora de diseñar sesiones o actividades, para que requieran de la participación del mayor número de zonas del cerebro implicadas en la tarea.
Termino con esta frase del Dr. Mario Alonso Puig que me gustó y que me parece un buen resumen:
“A veces el cuerpo es capaz de resolver lo que la cabeza, por más que lo intente, no puede”.
Feliz semana