Un tiempo para cada cosa
Arrate Iraolagoitia
Intentaba recordar, hace poco, la fecha de un evento familiar y no conseguía visualizar si fue antes o después de la pandemia del 2020. Me doy cuenta que esto me pasa con frecuencia…claramente, mi noción de tiempo lineal o tiempo cronológico salió trastocada de la pandemia.
¿Estaré siendo víctima de los juegos caprichosos del Dios Griego Cronos?
En la mitología Griega existían tres deidades para representar tres tipos de tiempos:
Cronos (el Saturno Romano) para representar el tiempo lineal, el tiempo que pasa irrepetible e irrecuperable. Un enfoque o mirada causal-lineal de la vida, de las relaciones.
Lo representaban como un gigante que devora a sus hijos. Crea vida pero hay que sobrevivir a su voracidad porque el tiempo es limitado.
Kairós (nieto de Cronos e hijo de Zeus) para representar el tiempo de la oportunidad, de la inspiración, de lo que emerge, del acontecimiento. La capacidad de vivir el momento. Un tiempo de calidad imposible de medir con el reloj.
Lo representaban como un ser pequeño y calvo con un único mechón de pelo. Es inestable ya que aparece y al poco desaparece.
Aión (surge primero en la mitología Fenicia) para representar el tiempo circular. Un tiempo cíclico y eterno (lo vemos en la Naturaleza con sus 4 estaciones, por ejemplo).
Lo representaban como un niño y como un anciano. Un tiempo sin tiempo.
Todo esto me ha llevado a reflexionar sobre el modo en que aplicamos los tiempos que proponen estos Dioses Griegos en los diferentes planos de nuestras vidas.
Pareciera que, en nuestra sociedad, vivimos en puro Cronos (“El tiempo es oro”; formaciones de gestión del tiempo; “¡aprovecha al máximo el tiempo porque pasa rápido!”; miramos un centenar de veces al día la hora etc.) y no cultivamos tanto la mirada de Kairós y Aión.
En nuestro oficio de acompañar a personas y equipos – como en tantos otros oficios-, nos parece clave aprender a sintonizar esas 3 dimensiones del tiempo para facilitar sesiones de trabajo fructíferas:
Nos toca gestionar bien el tiempo lineal, Cronos (organizar horarios, crear escaletas con el orden de las dinámicas propuestas y sus tiempos asociados, prever los materiales etc.); pero también estar muy presentes en el aquí y ahora (sin discurso interno, con atención plena, en conexión con las personas que acompañamos) para cuando aparezca Kairós, poder agarrarlo de su único mechón de pelo y aprovechar esa oportunidad inesperada que emerge y que no se podía prever.
Tenemos, también, que entrenar mucho la cintura y fortalecer la confianza (en nosotros/as mismos/as y en la vida) para saber soltar el guion planificado o el resultado calculado en ciertos momentos, y fluir con aquello que tenga que suceder (entender que la vida “hace de las suyas” a pesar de nosotros/as. Sucesos que nos trascienden y no podemos controlar).
Por algo se dice: “el papel lo soporta todo y luego está la realidad”.
Saber elegir con cuál de estos tres Dioses Griegos bailar en cada momento es lo que, a nuestro entender, muchas veces marca la diferencia de los/las profesionales y del servicio.
¡Feliz semana!