¿Cuál es tu salario?
“Cada día estoy valorando más en serio dejar mi trabajo”- me dijo una compañera de yoga mientras caminábamos hacia casa después de clase.
Me extrañó el comentario ya que las conversaciones después del yoga suelen ser más bien joviales, pero su cara me decía que iba en serio.
Me contó que tenía la impresión de que lo que hacía no servía para nada, que se sentía cada vez más desalineada con los valores y el propósito de la organización para la que trabaja. Le incomodaba también la mala reputación que empresas de su sector tienen.
Las organizaciones con un Propósito claro y compartido (un sentido, un deseo de contribuir a algo que les transcienda más allá de obtener beneficios económicos. Lograr un impacto ético, social y medioambiental) se diferencian de las demás y suelen conseguir una legitimidad, una reputación social.
El Propósito actúa como una brújula que fortalece y da coherencia a todas las acciones, políticas, decisiones y servicios de la organización; es decir, da sentido a su día a día. Y la Cultura (los valores, el Ser Corporativo) guía el comportamiento para alcanzarlo. La identidad de la organización se fundamenta, pues, sobre su Propósito.
Por todo ello, nos parece clave trabajar el Marco Filosófico (QUÉ hacemos, PARA QUÉ lo hacemos, CÓMO lo hacemos) de los equipos y de las organizaciones. Y si es mediante un proceso de participación y no únicamente con el Equipo de Dirección, mucho mejor, porque “Nadie persigue un sueño ajeno”.
Sirve para marcar el rumbo, para conseguir una cohesión de las personas y nuestros grupos de interés con el proyecto de la organización. Este espíritu organizacional nos guía, nos mete de alguna manera a todos en el mismo barco.
Porque los seres humanos tenemos una necesidad de significado, de una causa que nos transcienda. No podemos pretender que un salario económico satisfaga todas las dimensiones necesarias para el desarrollo, satisfacción y compromiso de las personas (necesidades económicas; físicas y emocionales; mentales o de desarrollo profesional; y necesidad de sentido o de contribuir a algo mayor).
Creemos que sería bueno empezar a hablar de diferentes salarios a la hora de abordar temas como atraer y fidelizar colaboradores/as; el bienestar y motivación de las personas; la corresponsabilidad; la cohesión alrededor del proyecto; la participación; la iniciativa; la felicidad en el trabajo etc.:
Salario económico, Salario emocional, Salario mental y Salario de propósito.
¡Todo un reto!
Feliz semana