Fuentes de inspiración
La semana pasada una ilustradora francesa dejó de publicar varios días seguidos sus dibujos en Instagram. Ante los muchos comentarios de sus seguidores/as – “¿dónde estás? echamos de menos tus dibujos” -, respondió que le estaba costando trabajar por la falta de fuentes de inspiración que sentía actualmente en su vida de semi- confinamiento en la ciudad.
A penas ahora, se empieza a hablar seriamente del impacto psicológico que está teniendo la pandemia en las personas (y los estragos que todavía causará).
Inevitablemente, esto influye en todos los aspectos de nuestras vidas, en el trabajo también. Y es que para poder crear algo, ya sea una clase; una propuesta comercial; una presentación; un gráfico; un plan estratégico; elegir materiales; un diseño; montar un escaparate…lo que sea; necesitamos, entre otras cosas, inspiración.
Para cultivar la inspiración, muchas de las fuentes vienen del exterior: relacionándonos con personas de diferentes edades, culturas y experiencias; mirando pasar la gente desde una terraza; la Naturaleza; las visitas a museos, teatro, cine o conciertos etc.
Desde hace casi un año, todos esos nutrientes que antes nos llegaban casi sin esfuerzo, llegan en pequeñas dosis y en parte sólo en virtual.
Es tan fácil aislarnos, reducir nuestras vidas en este tiempo que, paradójicamente, nos demanda mucha creatividad, innovación y amplitud de miras para salir adelante. Por eso, hagamos un ejercicio consciente, aunque nos requiera energía y esfuerzo, para seguir trayendo estímulos, inspiración a nuestras vidas, equipos y organizaciones.
Planifiquemos encuentros de equipo, de familia, de amigos…aunque sean virtualmente (casi todos/as manejamos ya más o menos alguna aplicación o plataforma para videoconferencias ¡con cámaras por favor!); no dejemos de formarnos aunque por ahora tenga que ser online (en estas formaciones también se conoce gente nueva y ¡de todas las esquinas del mundo!); planifiquemos participar en webinars con cierta frecuencia como antes acudíamos a conferencias y charlas para mantenernos al día; llamemos por teléfono a esas personas con las que solíamos coincidir y nos gustaba charlar; leamos mucho (¡novelas!); acudamos a todas esas actividades que se puedan hacer presencialmente respetando las medidas de seguridad; y los/las que tenéis la gran suerte de estar confinados/as muy cerca de la Naturaleza, nutrios de ella, cargaos de su energía.
Pero no toda la inspiración llega del exterior. Esta época de transformación también nos está confrontando a nosotros/as mismos/as. Necesitamos igualmente cultivar prácticas y espacios para la introspección, cuestionamiento y desarrollo de la conciencia a nivel individual, de equipo, organizacional y Social.
En definitiva…Nos necesitamos mutuamente para diseñar nuestro futuro inmediato y salir de ésta.
En Equilia ya ofrecemos todos nuestros servicios en formato presencial y virtual.
¡Feliz semana!
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