Ritos y rituales
“Los ritos son necesarios” [dijo el zorro].
“¿Qué es un rito?” dijo el principito.
“Es también algo demasiado olvidado dijo el zorro. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.”
El 2020 nos está sirviendo para tomar conciencia de muchas cosas; y entre ellas la importancia de los ritos y rituales.
Tenemos clientes que han ganado premios importantes este año y no han podido celebrarlo con todo el personal como la ocasión lo hubiera merecido; personas cercanas que han finalizado años de estudio y no pueden disfrutar de su deseada y soñada entrega oficial de diplomas; fallecimientos de seres queridos que no han podido ser acompañados ni despedidos como lo merecían; alegrías de nacimientos sin poder festejar ni compartir con toda la familia… Nos dicen que se sienten raros/as, tristes, aislados/as, frustrados/as…que se les ha quitado o privado de algo muy importante.
Y parece que este enrevesado año nos va a retar hasta el final, porque ahora la pregunta es: ¿Cómo celebrar las fiestas de Navidad?
Los rituales marcan algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas: cumpleaños, bodas, funerales, fiestas religiosas, fin de estudios, celebraciones en equipo o de empresa etc. Y por eso quedan grabados en nuestras mentes y corazones.
Los ritos y rituales sirven para mostrar, individual y públicamente, que no se trata de una ocasión cualquiera, sino de un momento lleno de importancia y significado. Sin ellos, nuestras actividades pueden parecer iguales y monótonas.
También nos proporcionan diversos beneficios psicológicos: refuerzan el sentimiento de pertenencia y vinculación a una familia, grupo, equipo u organización; aportan una sensación de estructura y estabilidad; simbólicamente nos ayudan a cerrar una etapa, vida o relación para poder iniciar un duelo o algo nuevo; el consuelo y paz que da el reconocer, exteriorizar y compartir emociones y sentimientos; el calor de una mirada, un abrazo, una mano, un brindis…
Por todo ello, os proponemos que activemos toda nuestra creatividad para hacer algún tipo de ritual, por pequeñito que sea (un quedada por Zoom, una postal de felicitación, una nota o detalle de agradecimiento, un dibujo, una canción, una flor, un objeto que conlleva un mensaje especial, una oración…¡lo que sea!), para cerrar este año 2020 y poder dar inicio, plena y conscientemente, a un nuevo año, a un nuevo ciclo.
Desde Equilia, os deseamos de corazón unas buenas Fiestas de Navidad.
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