En territorios desconocidos
“La pequeña Viena” es como llamaban a Oradea (Rumanía) durante el Imperio Austro-Húngaro. No nos extrañó en absoluto este “mote” al comprobar la belleza de los edificios de la ciudad. Una empresa cliente vasca nos ofreció la posibilidad de descubrir esta joya al extender un proyecto de transformación cultural en el que llevamos acompañándola estos últimos años en Euskadi a su planta productiva de Rumanía. Y estamos más que agradecidas. ¡Todo nos encantó!.
Nuestra labor de arranque de proyecto allí era entregar los resultados de la caracterización cultural (“la foto de la cultura”) de la planta Rumana y ver la proyección hacia el futuro, así como el contraste con la cultura del grupo.
Con el Equipo de Dirección Rumano el idioma no fue un problema ya que dominan el castellano. Sin embargo, para la sesión de presentación de resultados con toda la plantilla necesitamos traducción. Fue un reto curiosamente atractivo comunicar sobre un tema intangible, sus valores, su cultura organizacional, a personas desconocidas, de una cultura diferente a la nuestra y en un idioma que no hablamos.
Pudimos comprobar que lo que el psicólogo Albert Mehrabian de la UCLA descubrió allá por 1967 sobre la comunicación no verbal sigue siendo vigente. Sus investigaciones sobre actitudes y sentimientos en situaciones en que la comunicación verbal es ambigua, indican que la palabra contiene sólo un 7% del significado de la comunicación, la entonación, la pronunciación, la emoción se encarga de un 38% y el lenguaje corporal (gestos, posturas, movimiento de los ojos, respiración etc.) nada menos que el 55%. Dando lugar a la conocida “Regla 7%-38%-55%”
No sabemos si esos porcentajes son exactos y tampoco viene a caso ni nos importa, pero sí estamos de acuerdo con el reparto de los pesos.
Si bien la palabra pasaba por la traductora, aquella sesión con el personal de la planta nos requirió un trabajo consciente de comunicación a través de nuestra corporalidad y emocionalidad para conectar con aquellas personas y trasladar una información intangible de manera efectiva. Al fin y al cabo, de lo que estábamos hablando era un tema universal: el Ser. Porque la cultura de una organización no es más que su personalidad, lo que es y lo que quiere ser.
Fue una experiencia muy interesante, bonita y exitosa.
¡Ah! Si todavía no sabéis dónde pasar las vacaciones de Semana Santa, Rumanía nos pareció un destino genial.
Felices vacaciones.
Etiquetas: Sin categoría