Arraigo
Cultura y compromiso.
¡No nos podía gustar más el tema de debate!
Y qué mejor manera de terminar la semana pasada respondiendo a la invitación de colaboración que, un año más, nos brindó MU (Mondragon Unibertsitatea) dentro del Master de Gestión Estratégica del Talento de las personas (M-Talent) para poner nuestro granito de arena en una sesión monográfica sobre el tema.
Cuando nos sentimos identificados/as con los valores de la organización donde trabajamos (donde pasamos tanto tiempo, donde hacemos vida en definitiva), nace el compromiso. Y si además vemos que nuestro trabajo tiene sentido, que contribuye a alcanzar un propósito superior, nace la pasión (esa fuerza interior que nos aporta el sentimiento de conexión con algo que nos transciende, que dota de significado a nuestros actos).
El sentirnos unidos/as por unos valores en torno a un proyecto común con significado, hace que las personas no sólo demos lo que sabemos sino también lo que somos.
Nos equivocaríamos al pensar que ofreciendo un buen sueldo y/o beneficios económicos (tickets restaurante, coche de empresa, seguro médico…), si bien son importantes ¡ojo!, conseguiremos que las personas estén comprometidas con el proyecto y den lo mejor de ellas mismas.
Las personas necesitamos atender también otras dimensiones: emoción, reconocimiento y transcendencia: el respeto y bienestar de la gente, la conciliación de la vida laboral y personal, el reconocimiento a nuestro trabajo, nuestro desarrollo profesional y personal, el sentir que contribuimos a la comunidad, al bien común…
Y las nuevas generaciones lo expresan y solicitan abiertamente a las organizaciones.
Una pregunta con peso a la hora de incorporarse/trabajar en una organización que debatimos en el grupo de estudiantes de MU fue ¿Son compatibles nuestros ADN? Es decir, la cultura de la organización y la personalidad de la persona, a lo que aspiramos en la vida. ¿Está el core business de la organización y sus “impactos y efectos secundarios” en todos los stakeholders en línea con nuestros valores? ¿Diríamos con orgullo estoy trabajando en la empresa XXX?
En este sentido, una directora de gestión y desarrollo de personas de una empresa industrial nos comentaba hace poco que a lo largo de su carrera profesional ha ido observando una evolución en las respuestas de los candidatos/as jóvenes en las entrevistas. Recientemente, a la pregunta- ”¿Qué es lo que te gustaría conseguir en esta empresa?” – un joven candidato le respondió seriamente- “Ser feliz”.
Nos parece, pues, importante introducir el tema de cultura (valores) y propósito (futuro deseado o Visión) de las organizaciones en el debate sobre retener y atraer talento: ¿Qué nos distingue de las demás organizaciones? ¿Qué ofrecemos diferente?
En el tema de retención y atracción del talento en las organizaciones, ¿no será que estamos actuando como expresa el poeta Sufí Rumi en la siguiente frase?
“Tal vez estemos buscando en las ramas aquello que sólo se puede encontrar en las raíces”
Feliz semana
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