Revelaciones de fin de año
Llegaron las Navidades y con ellas las cenas o comidas de empresa.
¡Cuánto juego nos dan! Despiertan todo tipo de pasiones…no en vano han servido de inspiración para películas o series de televisión.
Hay personas a las que les encanta salir de fiesta con los compañeros/as de trabajo (o puede que les encanta salir de fiesta, punto). Las fiestas de fin de año abren todo un nuevo escenario para relacionarnos con personas que en ocasiones sólo conocemos en un contexto laboral, profesional. Observarnos con otras vestimentas (especialmente para aquellos/as que utilizan uniforme), descubrir habilidades o cualidades insospechadas de compañeros/as nos humaniza y posibilita entablar nuevas relaciones que pueden incluso llegar a ser personales.
“Desde la cena de Navidad del año pasado nos llevamos de maravilla ¡El karaoke hace milagros!”, “Oye… ¡qué bien canta la financiera! ¡Menuda sorpresa!”
Hay personas a las que no les gusta nada mezclar el plano laboral y personal y no acuden a la convocatoria de cena o lo hacen por compromiso.“A mí me pagan por venir a trabajar y punto”.
Están los/las que no consiguen desprenderse de los trajes de profesional y colega de trabajo, los/las que creen que la jerarquía hay que preservarla hasta en la barra del bar y siguen hablando de trabajo y/o dando órdenes durante las cenas de empresa.
“Me tocó al lado el pesado de informática que no paró de hablarme del nuevo ERP y los problemasque estamos teniendo…casi me muero”. “Me pasé toda la cena evitando a mi jefa, ¡Qué horror!”.
Otros/as confunden entornos y relaciones, es decir, invadidos/as por el espíritu Navideño y ayudados por el alcohol acaban echando por los suelos la reputación y autoridad que tanto les ha costado ganar en sus equipos y/o la empresa. Todos/as hemos vivido o visto, aunque sea en películas, alguna escena de este tipo que acaba convirtiéndose en una comedia hilarante o en drama…. episodios que perduran en la vida de empresa en forma de cotilleo o leyenda durante meses e incluso años.
“¿Te acuerdas de aquel becario que parecía tímído y le entró a su jefa en medio de la pista de baile?”
“¡Cómo olvidar al director de marketing con la corbata a lo diadema y bailando Elton John! Todavía hoy es el día en que en las reuniones me lo imagino de esa guisa y me sale la risa floja!”.
¿No os parece que las cenas de Navidad también ponen de manifiesto que las empresas son sistemas humanos y no máquinas? Un entramado de relaciones, conversaciones, emociones, necesidades, motivaciones y también diversión. También diversión.
Os deseamos unas divertidas cenas de Navidad de empresa. Disfrutarlas a tope sin olvidar que dentro de pocos días seguiréis trabajando con esas personas 😉
Felices fiestas de Navidad y ¡vamos a por ese 2019!
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