Si no se mide, no existe
Es una de las frases que escuchamos mucho en entornos laborales. Y estamos de acuerdo que es clave poder medir la evolución, si vamos bien, si vamos mal, si hemos conseguido los objetivos… ¿Pero qué hacemos con los temas para los que no tenemos métricas obvias? Lo humano, las relaciones, la vida al fin y al cabo.
¿Cuánto colaboramos? ¿Cómo de solidaria/o soy? ¿Cuánto me quieres? ¿Cuánto estoy mostrando mi gratitud? ¿Cómo me ha cambiado esta experiencia vital? ¿Cuánto he tocado las narices hoy?
¡Qué cómodo nos resultaría que existiese una balanza para medir lo intangible! Pero es ese, precisamente, el misterio de lo humano.
Edgar Morin, filósofo y sociólogo Francés de 97 años, en una entrevista reciente opinaba al respecto:
“Creo que hay algunas fuerzas de regresión hoy en día y una de ellas viene del interior de nuestra civilización. Es la de concebir a los humanos y al mundo a través de cálculos: el PIB, las estadísticas, los sondeos etc. Pero todo lo que es realmente humano se escapa de esta visión de convertirnos en objetos de cálculo. Todo esto va en detrimento de la antigua solidaridad que existía en las familias, en los pueblos, en el trabajo…”
Qué queremos medir, para qué queremos medir y la dificultad de medir son también temas recurrentes en nuestro Foro de Experiencias de Aprendizaje en Procesos de Transformación Cultural que organizamos por tercera vez hace un mes. Esta vez las organizaciones participantes debatieron sobre la dificultad de correlacionar lo intangible (cultura, valores de un equipo u organización) con lo tangible (resultados o impactos logrados).
Nos quedamos con dos conceptos y la importancia de diferenciarlos (RAE):
Causalidad: “Causa, origen, principio”. Establecer una relación entre una causa y un efecto, es decir, hace referencia a los motivos que originan “algo”.
Correlación: “Correspondencia o relación recíproca entre dos o más cosas o series de cosas.” La relación que se establece es de simple correspondencia o similitud, no de origen.
Tenemos tendencia a explicar los resultados con los últimos acontecimientos (en cualquier plano de nuestra vida) y a menudo hay más parámetros y que vienen de más atrás que entran en juego. La pregunta debería ser: ¿Cómo podemos relacionar las diferentes acciones/acontecimientos con los resultados actuales?
- Correlación no implica Causalidad.
- Sólo si conseguimos establecer una Causa-Efecto es una acción replicable.
Aunque en ocasiones pueda parecer poco satisfactorio no disponer de datos demostrables, de un enfoque lógico-racional, vale la pena no descartar y calificar de inútiles las cosas que no podemos medir – en particular en los entornos donde todo se mide. Podemos desarrollar una visión más holística para abordar e “intentar medir” temas intangibles como las personas, las relaciones, los valores, el liderazgo…
Feliz semana.
….¿Cómo medirás la felicidad de tu semana?
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