El arte por el arte
“¿Por qué ir a museos nos hace bien?” (Pourquoi aller au musée fait du bien ?)es el título de un podcast de la radio francesa France inter que me llamó la atención la semana pasada. Tal vez porque aún tenía en la piel las sensaciones de las visitas al Museo de Bellas Artes y al Museo Guggenheim de Bilbao con mi amiga Isabel y sus hijas durante el puente del 1 de Noviembre, tal vez porque fue exactamente lo que comentamos al finalizar ambas visitas…el caso es que no pude resistirme a escucharlo.
Nos quedamos con algunas ideas debatidas en dicho programa radiofónico que queremos compartir:
“Ir a un museo puede ser una experiencia transformadora por los efectos terapéuticos que puede tener. El encuentro con el arte puede propiciar un encuentro con uno/a mismo/a, algo así como un viaje entre el mundo y uno/a mismo/a.
Los museos son lugares a los que todo el mundo puede acudir, lugares de encuentro, de transmisión y de calma.
En los museos la relación con el tiempo y la noción de tiempo es particular: por un lado tenemos el tiempo de la obra (Antigüedad, Renacimiento etc.) y por otro lado está el tiempo de contemplación que nos damos Y somos nosotros/as mismos/as quienes decidimos la duración del tiempo de observación (algo no tan habitual en estas vidas aceleradas que vivimos donde las agendas mandan).
En los museos nos autorizamos a sumergirnos en nuestras emociones, a apreciarlas plenamente. Hablamos de la arte-terapia porque el arte puede consolarnos, estimularnos, aburrirnos, darnos asco, darnos esperanza, provocarnos emociones tan intensas hasta hacernos enfermar (el famoso síndrome de Stendhal)…esta conexión directa con nuestras emociones también nos puede suceder contemplando la Naturaleza.
En definitiva, la contemplación de una obra de arte nos permite acceder a nosotros/as mismos/as, es como un diálogo entre lo que el/la artista propone y lo que ello evoca en nosotros/as. Un diálogo sin obstáculos ni impedimentos. Podemos incluso sentir cierta fraternidad con el/la artista al sentir parte de su intimidad, al conocer las razones detrás de su obra etc.
La belleza, las emociones que las obras nos suscitan, compartir la humanidad común con el artista, la calma del lugar…nos llevan a la reflexión, a la introspección, facilitan la apertura de mente”
El Arte como vía de autoconocimiento y también como palanca de transformación social. Como el movimiento Fair Saturday que también se celebra en Bilbao (un movimiento social de carácter cultural y vocación global que se celebra el último sábado de noviembre. Se basa en la organización abierta y participativa de actividades artísticas y culturales apoyando a proyectos sociales).
Aprovechemos pues el poder del arte, de la belleza, de la naturaleza también en los lugares de trabajo. Cuidemos la disposición y estética de las salas de reunión, de las oficinas, de las plantas de producción incluso. Hagámoslas más agradables, más amables, ya que no hay duda de que ello tendrá efectos positivos en las personas.
Feliz semana
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