Silence connects
“El silencio no es ausencia de ruido, sino ausencia de ego” (J.Melloni)
Un corto silencio musical en un pentagrama repleto de notas. Un pequeño remanso de calma entre tanto ruido que nos rodea a diario…
Eso fue para mí la X Jornada de Silencio organizada el pasado 18 de Abril en el Atrio del Azkuna Zentroa en Bilbao. Un espacio habilitado para permanecer en silencio durante 24h con la siguiente intención:
“Alcanzar el estado de calma que permite que las cosas sucedan de forma serena y equilibrada. Donde las prioridades se establecen de manera inteligente y compasiva. Para que más allá de nuestras ideas, religiones, nacionalidades […] el resultado de nuestra paz interna y serenidad sea la herencia de las futuras generaciones”.
Me sorprendió muy gratamente la alta participación y diversidad de las personas que por allí pasamos, libres de permanecer el tiempo que quisiésemos. Con el silencio como vía de conexión para crear un espacio de comunicación colectiva, una suerte de red invisible entre tantas personas que “acoge y sostiene” y contribuye a aumentar el nivel de conciencia colectiva.
A menudo buscamos soluciones en el exterior, en otras personas, sin darnos cuenta de que la mayoría de las respuestas están en nuestro interior – “en realidad creo que siempre lo he sabido”, “de repente lo veo claro”, “¿por qué no me escuché más a mí misma?”. Solamente necesitamos unas mínimas condiciones de silencio y calma para conectar con nosotros/as mismos/as y escuchar con claridad lo que nuestra alma (nuestra sabiduría interna) nos susurra en medio de la confusión y del caos.
“Las intuiciones son el susurro del alma” Jiddu Krishnamurti
Sencillo. Y sin embargo, no resulta tan fácil apearnos un rato de la rueda en la que estamos corriendo, del ritmo de vida acelerado y ruidoso que llevamos: móvil, TV, radio, redes sociales, pitidos, mil actividades y conversaciones con otras personas y con nosotros/as mismos/as…que se resume a menudo en un “¡No me da la vida!”
Por eso, reivindicamos más momentos y espacios para cultivar el silencio (individuales y colectivos), para bajar de revoluciones y tomar perspectiva, para poner orden en nuestra creación, para poder decidir conscientemente entre el estímulo y la reacción, para empezar de nuevo…en definitiva, para escuchar a nuestra alma.
Estamos orgullosas de que Bilbao forme parte de una red mundial de ciudades y organizaciones que propician espacios para ello abiertos a toda la ciudadanía.
Y aunque ya lo hayamos recomendado en algún otro ocasión, ¡no podíamos no hacerlo en este post – pequeña oda al silencio!: el libro – “Biografía del silencio”- de Pablo D’Ors.
Feliz semana.
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