The beautiful idea
“La innovación colaborativa” fue el título de la ponencia de Darío Gil, vicepresidente de Ciencia y Tecnología de IBM Research, a la que tuve el gusto de asistir el pasado 11 de Febrero en Madrid en el evento de celebración del IX aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz (ITPS)
No conocía a Darío Gil previamente y fue un placer escuchar a tan buen comunicador y sobre todo, tan buen pedagogo. Con mucho humor y naturalidad consiguió trasladar de manera sencilla, a través de ejemplos cotidianos, conceptos tecnológicos complejos, y compartió con nosotros sus reflexiones sobre la era cognitiva, es decir, sobre los sistemas de computación que aprenden, razonan con un objetivo e interactúan con las personas. ¡Increíble la rapidez con la que está avanzando la investigación en tecnología!
“Los nuevos sistemas cognitivos nos llevarán a ser más eficientes al aumentar la capacidad humana de entender y solucionar los problemas de la sociedad”
También insistió en que la clave de la innovación está en las personas y en los valores, la cultura de la organización: “No creo en la innovación por mandato”. No fomentaremos la innovación con estupendos procedimientos, agendas y objetivos, todo eso nos lo pueden copiar.
Se necesita una cultura empresarial donde se atrae, se reconoce, se cuida y se premia el talento de las personas, donde se proporcionan los recursos y las condiciones necesarias para que las personas colaboren entre sí, dejando de lado individualismos y egos, dándoles autonomía y libertad para tomar decisiones, para arriesgarse y para fallar. ¡Ahí está la clave! – “No te fíes de nadie que jamás ha tenido un fracaso”- y ésta es una asignatura pendiente en las culturas latinas respecto a las anglosajonas.
Sin una cultura que acepte el fracaso no puede haber innovación diferencial, innovación disruptiva, sólo podrá haber innovación incremental, que está muy bien pero no marcará la diferencia en los problemas y necesidades de la Sociedad, ni será sostenible.
“Se necesitan establecer procesos que cambien nuestra cultura y comportamiento en las empresas: ser abierto y colaborador con los que exhiben los comportamientos que usted desea para su empresa”.
Para mí el momento más bonito de la ponencia fue durante el coloquio final, cuando Darío Gil, no lo olvidemos, un investigador científico, defendió con pasión un discurso humanista ante algunas preguntas del público que sugerían que el futuro quedaba entonces en manos de las máquinas, de los robots que aprenden que vimos en varios vídeos durante la conferencia.
El profesor Gil sostuvo que en esta era de transformación digital, el ser humano es la pieza fundamental ya que aporta la experiencia, el sentido común, sus valores, los tan necesarios límites éticos a la investigación y sus emociones, su parte artística. Los mejores científicos o innovadores son capaces de ver la Idea Preciosa, The Beautiful Idea:
“Lo que diferencia a los científicos es puramente una habilidad artística para discernir qué es una buena idea, qué es una idea preciosa, y muy especialmente, en su capacidad de detectar problemas que sean lo suficientemente interesantes, pero lo suficientemente difíciles, que aún no hayan sido resueltos, pero cuyo momento para resolverlos ha llegado ahora” Profesor Savas Dimopoulus (Universidad de Stanford)
Feliz fin de semana.
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