Liderazgo Corporal: el eslabón que integra el pensar, el hacer y el sentir del/ de la líder
Arrate Iraolagoitia
En las organizaciones, en general, el cuerpo ha sido un gran olvidado a la hora de trabajar el liderazgo en los equipos. El abordaje se ha centrado mayoritariamente en la dimensión cognitivo-lingüística y desde los años 90, gracias al psicólogo e investigador Daniel Goleman, también en la inteligencia emocional.
Actualmente, gracias a las investigaciones de la neurociencia, el desarrollo de la inteligencia corporal emerge como un nuevo e importante eslabón en el trabajo con líderes y equipos. Se ha demostrado científicamente la interrelación entre mente (pensamiento-palabra), emociones y cuerpo.
Sabíamos que la mente influye en el organismo, y hoy sabemos también que el cuerpo (nuestras posturas, patrones respiratorios, etc) influye en la mente.
Podemos cambiar estados mentales y emocionales a través de nuestra corporalidad y respiración.
“No hay forma más rápida y bella de detener la locura de la mente que poner el cuerpo en movimiento” (Daniel Taroppio – Creador de la Danza Primal)
El cuerpo nos informa de cosas que nuestra mente aún no sabe o no se ha dado cuenta. Como por ejemplo, el cuerpo sabe antes que la mente cuando estamos en peligro.
Sin embargo, en general, nuestra conciencia corporal y emocional no está lo suficientemente desarrollada o entrenada para captar y atender la valiosa información que nos manda el cuerpo en diferentes situaciones.
Estos tiempos de retos exigentes para las organizaciones, a todos los niveles (empresariales, sociales, medioambientales), requieren de liderazgos efectivos, afectivos y adaptativos. Y para ello será clave un abordaje integral del liderazgo. Es decir, tener en cuenta y trabajar todas las dimensiones de la experiencia humana (la dimensión cognitivo-lingüística, la dimensión emocional, la dimensión corporal y también la dimensión de transcendencia) para ponerlas al servicio del / de la líder y de su equipo.
La propuesta, pues, es activar todos los recursos y potencialidades de las personas líderes, también los corporales y emocionales, que les permitan un mejor auto-conocimiento. Una mayor conciencia para la toma de decisión, para establecer relaciones de calidad con los equipos, para crear espacios creativos y de confianza, para gestionar el cambio, para innovar…y todo ello disfrutando más.
Porque si sólo centramos el trabajo con líderes y equipos en la dimensión cognitiva, sería como pretender saciar el hambre leyendo el menú de un restaurante.
Desarrollar nuestra inteligencia corporal y emocional no va de un día para otro. Aprender el idioma del cuerpo y de las emociones para ponerlas a nuestro servicio requiere de paciencia y entrenamiento. ¡Eso sí! El resultado es espectacular… ¿A qué esperas?
Feliz semana
NOTA: Este artículo ha sido publicado en el boletín de ADEGI el 24 de Junio 2024, tras el taller sobre Liderazgo Corporal facilitado por Arrate Iraolagoitia en el Foro Cultura y Personas de ADEGI el pasado 05 de Junio 2024.