¿Qué paso de baile eliges?
“Liberar nuestro cuerpo es expandir nuestra vida” (D. Taroppio)
Sabíamos que la mente influye en el el organismo. Y hoy sabemos también que el cuerpo influye en la mente (nuestras posturas, nuestros patrones respiratorios, etc). Podemos, pues, cambiar estados mentales a través de nuestra corporalidad y respiración. Además, tienen un efecto más rápido que la palabra. El trabajo corporal nos permite cambiar la química de nuestro cuerpo y los estados emocionales tienen una base neuro-química. No hay más que observar a los animales después de vivir una situación de gran peligro: mueven su cuerpo para sacudirse el miedo y la adrenalina.
Hace un par de semanas participé en una formación intensiva de Danza Primal donde trabajamos la dimensión más profunda de nuestra corporalidad; es decir, movimientos para recuperar esa memoria y sabiduría que nuestro cuerpo conserva (no es una memoria ligüística, sino una sabiduría orgánica a la cual accedemos a través del trabajo corporal).
Me gustó un ejercicio en el que nos invitaban a caminar por la sala con músicas de fondo muy bien elegidas y a experimentar: ¿Cómo es caminar alegre?; ¿cómo es caminar triste?; ¿cómo es caminar con prisa?; y un grado más allá aún, ¿cómo es caminar acelerado/a? Finalmente, después de haber observado nuestras interpretaciones de cada situación y su efecto en nuestra relación cuerpo-emoción-energía, nos pedían elegir conscientemente nuestra manera de caminar (escoger nuestra respiración, el ritmo de nuestros pasos, las paradas, la corporalidad, etc.) con las músicas que nos iban poniendo y a observar su efecto en nosotros/as. Todo cambiaba.
Me pareció una excelente metáfora de la vida misma.
En la vida no podemos elegir la música (a veces es bonita, a veces desagradable, a veces nos agobia el volumen), lo único que podemos elegir conscientemente es la respiración, el paso y el ritmo en que vamos a danzar.
Y esto sucede tanto en el plano personal como en el laboral.
Qué fácil es entenderlo intelectualmente ¿verdad?
Y sin embargo, cuántas veces nos quedamos enganchados/as en interpretaciones y creencias de las diferentes realidades y relaciones que vivimos, aún sabiendo o sintiendo que no nos están siendo funcionales, que incluso nos hacen sufrir.
¿Por qué nos cuesta tanto despegarnos de esa imagen del otro o de la situación que nos hace mal? Porque están asentadas en experiencias emocionales que nos duele enfrentar. Y para llegar a esa raíz emocional, la vía es el trabajo corporal.
Nos gusta llevar esta reflexión cuando acompañamos a personas y a equipos: ¿Cómo estáis eligiendo bailar la música que os ha tocado en este momento?; ¿Cómo de conscientes sois de vuestro baile?; ¿Es el mejor paso de baile para esta canción?
Para ello combinamos el trabajo lingüistico y también el corporal en nuestra manera de trabajar ya que los resultados que se consiguen son mucho más potentes.
Haced deporte, ejercicio, yoga, tai chi, bailad…lo que más os guste, pero moved el cuerpo. Y si os interesa hacer un trabajo corporal-emocional más profundo, existen varios métodos como la Danza Primal, la Biodanza, Río abierto, etc.
Feliz semana
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