Ágora: el espíritu griego en espacios contemporáneos
Recuerdo muy bien lo que pensé cuando conocí la ciudad inglesa de Oxford: “No me extraña que de aquí salgan grandes ideas”. Las horas que allí pasé fueron como un agradable paseo de estímulos gracias al ambiente de estudio que se respiraba, los diferentes espacios que existían por la ciudad (incluidos los míticos pubs) para reunirse, conversar, intercambiar ideas, conocer a otras personas… las maravillosas bibliotecas y los tan bien cuidados parques y jardines donde abandonarse a caminar, hacer deporte o sencillamente inspirarse observando la naturaleza.
Respeté y admiré aquella ciudad que ofrecía tantas posibilidades y lugares para la cultura y el cultivo de las personas y de las ideas.
La semana pasada tuvimos la oportunidad de participar en algunos de los muchos actos organizados en el marco de la Semana Europea de la Gestión Avanzada organizada por Euskalit (y ya van 23 ediciones, que se dice pronto… ¡Zorionak Euskalit por vuestro excelente trabajo!). Tomé conciencia de la importancia de disponer de “semanas”, espacios, actos de temáticas diversas y de alto nivel a los que cualquier ciudadano/a puede acceder de forma gratuita para escuchar nuevas ideas, experiencias reales que organizaciones comparten generosamente, testimonios de los/las ponentes, brindándonos la posibilidad de preguntar en directo durante las mesas redondas, de conocer a otras personas que si no hubiese sido más difícil conocer y de tejer redes.
Estamos convencidas de que las ciudades que ofrecen espacios abiertos para el encuentro y el intercambio, para conferencias y debates, para el coworking, exposiciones, conciertos, presentaciones de libros, obras de teatro, centros cívicos, bibliotecas, cines, jardines, lugares para el deporte… son más innovadoras, contribuyen al crecimiento personal y profesional de las personas que en ellas conviven y todo ello redunda en la calidad de vida que ofrecen.
(¡Aprovechamos para felicitar a Bilbao por su reciente premio a la Mejor ciudad Europea 2018!).
Llevando este pensamiento al mundo de las organizaciones, nos parece crucial que se inviertan recursos para programas serios de formación, que se invite a las personas a “salir” al exterior y a participar en foros, conferencias, ferias y que se abran espacios y tiempos para conversar e inter-cambiar ideas en los lugares de trabajo. Aquello de encontrar un trabajo para toda la vida y dejar de estudiar o formarse es cosa del pasado. Todo cambia y evoluciona a pasos tan vertiginosos que en un abrir y cerrar de ojos nos quedamos obsoletos/as.
¡Recuperemos del pasado el espíritu del “Ágora” griego!
De este modo se fomentan dinámicas de participación, escucha, diálogo, desarrollo, estímulo y creatividad que contribuye, sin duda, a una cultura de la innovación y de la calidad en el trabajo y en las relaciones.
Feliz semana.
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