Resiliencia: ¿Reciclar todo sufrimiento en experiencia de aprendizaje positiva?
Resiliencia: 1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos (Real Academia Española)
Últimamente he estado pensando bastante sobre el concepto de Resiliencia ya que, sin yo buscarlo, ha aparecido varias veces en conversaciones en las que he participado y en artículos que he leído.
Puede que sea muestra de que este concepto, al igual que ha pasado con otros conceptos, se ha ido integrando en nuestra sociedad a lo largo de los últimos años. Y es precisamente por ello, que me ha interesado el enfoque y reflexión que la socióloga Eva Illouz (Directora de estudios de la Escuela de Estudios Superiores Sociales de París y especialista en Sociología de los sentimientos y de la cultura) hace en su artículo “Gare aux usages idéologique de la résilience” (“Cuidado con el uso ideológico de la resiliencia”) en el diario Le Monde del pasado 31 de Diciembre 2016.
A continuación recojo algunas de las ideas expuestas por la socióloga y que nos gustaría compartir en este primer Episodio Equilia del 2017:
La resiliencia afirma la victoria de la vida y del espíritu sobre la muerte y por lo tanto tiene todos los ingredientes para gustar. Sin embargo, Eva Illouz apunta que los sociólogos/as saben y previenen sobre el hecho de que cuando conceptos empiezan a circular en el campo social, pueden cambiar de contenido y de función. Pueden incluso justificar jerarquías e ideologías implícitas aunque ello no fuese su vocación originalmente. El concepto de resiliencia no es una excepción.
La socióloga comenta que en los últimos años el concepto de resiliencia ha migrado del campo de los traumas, pasando por el desarrollo personal al ámbito empresarial. Este último ha hecho de la resiliencia su remedio polivalente: para luchar contra la ira, la ansiedad que suscitan por ejemplo el paro o la ruptura de un contrato, para superar los obstáculos y la ansiedad que las personas experimentan en el mundo de las grandes empresas que exige, cada vez más, la capacidad de gestionar la incertidumbre, de tomar riesgos, de sobrevivir en un entorno hipercompetitivo y soportar la presión del hiper-rendimiento.
Sin embargo, apunta Eva Illouz, la idealización de la resiliencia priva de legitimidad a los sentimientos negativos que son inevitables e incluso necesarios en muchas situaciones sociales como por ejemplo frente a la injusticia que provoca sentimientos negativos: la cólera, el resentimiento, la depresión, la desesperación, etc. Pero se supone que las personas resilientes no expresen este tipo de emociones, ni incriminen las estructuras sociales ni que se muestren solidarias con otras personas que sufren.
La socióloga alerta sobre el hecho de que la resiliencia se presente como vía accesible a cualquier persona a base de entrenamiento y que nuestra sociedad esté imponiendo el deber mostrar una psique más fuerte que las estructuras sociales, que en ocasiones nos arrollan como hemos podido ver casos durante la crisis. Se están creando jerarquías emocionales y culturales que privilegian los afectos positivos y estigmatizan a las personas prisioneras de sus emociones negativas: la persona que sufre está presionada en esta sociedad para convertir esa experiencia negativa en oportunidad de desarrollo personal. Y si no lo hace, se puede interpretar como si desease su propio sufrimiento y en cierta manera, fuese responsable de la situación.
Esa visión idealizada de la resiliencia mermaría nuestra capacidad para empatizar con el sufrimiento ajeno, es decir, no dejaría espacio conceptual para la compasión.
La socióloga termina con la frase: “La capacidad de superar traumas es loable, pero tengamos cuidado para que la resiliencia no deje el terreno personal y nos haga aceptar la violencia de esta sociedad ultracompetitiva”.
¿Cómo lo ves tú?
Nosotras tratamos a menudo el concepto de resiliencia en nuestra labor de coaching y de formación. Creemos necesario estar abiertas al cuestionamiento permanente de los conceptos que trabajamos como parte de nuestra responsabilidad para un buen uso de ellos. No olvidemos que…estamos trabajando con personas y no con teorías.
Feliz fin de semana.
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