Armas de distracción masiva
Hace poco, y no por primera vez, un amigo me dijo con una mezcla de rabia y real preocupación: “¡Estoy perdiendo la memoria! Por ejemplo, ayer: antes de coger la autopista me dije por lo menos 3 veces ‘Esta vez coge la otra salida, parece ser que el camino es mejor. Esta vez no lo olvides’. Y cuando llego a la salida de autopista habitual la cojo como si nada, y de repente me acuerdo que quería coger la siguiente, pero ya es tarde. Y así con todo: la carta importante que dejo en casa, el azúcar en el frigorífico…”
En otro momento esto me hubiera divertido, pensando que él todavia es demasiado joven para las enfermedades degenerativas del cerebro. En su caso creo que el orígen del mal es su “dispersión crónica”, está en todo y no se centra en nada de verdad. Y no es el único. Datos de La Universidad de California en Los Angeles (UCLA) muestran que un 14% de las personas entre 18 y 39 años sufren de olvido y no se acuerdan de nombres o hechos.
Entre las razones de tanta dispersión se encuentran el querer hacer varias cosas a la vez (Multitasking) y los dispositivos móviles con los que interactuamos cada dos por tres o en el caso de 150.000 neoyorkinos que participaron en un estudio, ¡unas 110 veces al día!
Prestar atención a tantos estímulos diferentes modifica el funcionamiento de nuestro cerebro. Funcionar en modo “multitarea” no es tanto una razón para enorgullecerse (hace unos años parecía ser una ventaja saber funcionar de este modo…) sino para preocuparse ya que en muchos casos significa la imposibilidad de focalizar la atención durante cierto tiempo en una sola cosa y distinguir las tareas importantes de las que no lo son. (¿Qué otra actividad has interrumpido para leer este post? ¿Qué otras cosas estás haciendo/pensando mientras lees este post? ¿Qué otras cosas están atrayendo tu atención y harán que no lo leas hasta el final?)
Mover constantemente nuestra atención entre varias cosas hace que nuestra memoria de trabajo disminuya, que seamos más impulsivos y menos eficientes. Este comportamiento no se cambia de un día para otro y requiere mucha disciplina adquirir otro hábito y “remodelar” el cerebro.
Las “grandes vacaciones”, así llaman los franceses a las vacaciones de verano, son un buen momento para desenchufar, por lo menos, de algunas de las distracciones virtuales.
Leer un libro hasta el final, ver las películas enteras sin echar un vistazo a ninguna otra “pequeña pantalla” al mismo tiempo, prestar atención a las personas que están presentes y dejar de “seguir” y “gustarse” de otras personas virtuales….(este es el Plan de acción de mi amigo), además de (muy importante): no consultar Google constantemete durante una conversación para comprobar datos de la misma conversación.
Y nosotras en Equilia también practicamos el “apagón” : nos vamos de vacaciones y hasta que acabe agosto nos olvidamos de posts, blogs, facebook, twitter, etc. Vamos a poner el foco en lo relevante y disfrutar de las cosas y personas presentes – y no diluir la intensidad de estas semanas tan esperadas pensando en otras cosas…. es el mejor regalo que nos podemos hacer.
¡Qué pases unas vacaciones estupendas!
Ah, ¿Y tú? ¿Apagas?
Etiquetas: Fuera de molde